AKAI GX-210D


El cielo es analógico

Desde muy joven tuve la suerte de conocer los estudios de grabación más emblemáticos de Montevideo. Parece que estoy viendo al legendario Henry Jasa, con sus cintas magnéticas colgando del cuello -pues se encontraba editando-abriendo la puerta de ¨La Batuta¨ en el Palacio Salvo. Jasa no sólo era un ¨cirujano de grabación y montaje de cintas¨, sino que era un maestro a la hora de realizar grabaciones.

En aquél entonces, el soporte de grabación por excelencia era la cinta magnética. A partir de ella se editaba y hasta se distribuía en el mismo soporte la práctica totalidad de la publicidad radiofónica de nuestro país.


Lo cierto es que siendo yo un bicho analógico hasta las muelas, nunca había tenido entre mis equipos un grabador de carrete abierto (reel to reel tape recorder). Las razones de mi ausencia en este apasionante mundo de las cintas eran por lo menos dos: 1) Es muy difícil encontrar este tipo de grabadores en perfecto estado de funcionamiento, y 2) Suelen ser (los que funcionan correctamente) muy costosos. Si además pretendemos que el grabador se encuentre en perfecto estado estético, la búsqueda se vuelve aún más complicada.

Pero los planetas se alinearon y mi búsqueda acabó por fin, encontrando un precioso reel to reel AKAI modelo GX-210D.




Fue hace poco que conocí a un melómano y audiófilo a partes iguales (y analógico hasta la médula igual que yo) llamado Marcel, a quien contacté por otro componente de audio vintage (un sintonizador Marantz) y al que tuve la gran idea de preguntarle: ¿Tenés algún tocadiscos? Hasta ese momento yo desconocía si Marcel conocía el mundo del vinilo o estaba familiarizado con la temática. Luego me daría cuenta que aquello fue como preguntarle a Piazzolla si conocía el tango.

Fue así que con gran deferencia me invitó a pasar a su ¨templo sagrado¨ del audio, donde el gran protagonista era su majestad lo analógico.

Luego de escuchar varias piezas musicales alucinantes (ambos compartimos el mismo gusto en cuanto a géneros; parecía que los temas los hubiera elegido yo), le pregunté por un precioso reel to reel AKAI que tenía entre sus equipos. ¨Este reel to reel es histórico¨_me dijo. ¨Con uno de estos Roger Waters grabó partes de The Dark Side of the Moon en su casa¨_prosiguió. Wow! Alucinante, pensé.

Finalmente escuchamos el AKAI GX-210D, que es objeto de este artículo, y por el cual perdí la cabeza desde que lo escuché.




Se trata de un grabador menos primitivo que aquél con el que Waters grabara partes de ¨The Dark Side¨, aunque menos pretencioso que los ¨pesos pesados¨ de este mundo de los cinteros (léase Nagra, Revox, Tascam, Pioneer y compañía).

Ya instalado en mi sala de estar, y ubicado sobre una mesa de madera, lo asocié a mi preamplificador de construcción casera (se trata de un diseño sin realimentación negativa, del que hablaré más adelante) y a una etapa de potencia multicanal Rane MA 6S, utilizando unas pantallas Quad ESL63. Una configuración bastante heterodoxa, lo sé, pero funciona a las mil maravillas (con Marcel hablamos justamente sobre la importancia de que la cosa ¨suene¨ por sobre las demás consideraciones, como marcas de prestigio, combinaciones teóricas, etc.; esto es lo que yo llamo criterio propio, sí señor).

Es una lástima que no disponga de tantas cintas como quisiera para realizar la siguiente prueba. Tampoco voy a cometer la herejía de grabar digital sobre analógico para realizar las pruebas (por Dios santo!). Creo que lo más sensato es dejar calentando la maquinaria hasta que me haga de algunas buenas cintas para hacer las pertinentes pruebas. Tendré que recurrir a los más ¨cinteros¨ del grupo ¨Pasión por la Música¨ para ver si consigo algunas buenas grabaciones... Ya veré...


Continuará...


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